Laguna nació en la ciudad de Segovia en el año 1499. Hijo de padres judeoconversos, marchó a estudiar a Salamanca y más tarde a París, donde obtiene el bachillerato de medicina, conoce a un joven Vesalio y al botánico Jean Ruelle, se forma en lenguas clásicas y publica sus primeros trabajos. En 1536 vuelve a España y se instala en Alcalá de Henares, trabajando en varias traducciones de tratados de medicina en la Universidad Complutense. En el año 1539 emprende un viaje por distintos países europeos, recorriendo Inglaterra, Países Bajos y Alemania. En 1540 comienza a trabajar como médico.en la ciudad francesa de Metz, donde escribirá un tratado sobre la peste: Compendium curationis precautinisque morbi (1542) y traducirá al latín varias obras de temática médica. En 1543 imparte en Colonia su famoso discurso pacifista sobre Europa.
En 1545 viaja a Italia, obtiene en Bolonia el grado de doctor y en 1550 es nombrado médico del papa Julio III. Posteriormente se traslada a vivir a Venecia, donde publica gran cantidad de trabajos de temática galénica. Se aloja en casa de Diego Hurtado de Mendoza, dueño de una de las mejores bibliotecas europeas.
En 1554 parte hacia los Países Bajos, donde publica, entre otras obras, la primera traducción al castellano del Dioscórides: Pedacio Dioscórides Anazarbeo, Acerca de la materia medicinal, y de los venenos mortíferos (Amberes, 1555), dedicada al príncipe Felipe. Allí conocerá a Rembert Dodoens y su Cruydeboeck. En 1558 Laguna vuelve definitivamente a España, muriendo en Guadalajara en 1559 de un cáncer de colon mientras acompañaba al ya rey Felipe II a recibir a su futura esposa Isabel de Valois. Como buen humanista, a su muerte Laguna había publicado más de treinta obras no solo de temática científica o médica, sino también literaria, histórica, filosófica o política.
Andrés Laguna debió de preparar sus comentarios al Dioscórides durante sus años en Italia, entre 1545 y 1554. Su contacto con Jean Ruelle en París le había despertado el interés por este trabajo, del que había recopilado las ediciones en griego, latín y lenguas vulgares que iban saliendo. Pero sin duda, su fuente principal de información fue, como él mismo lo reconoce, la versión latina (1554) e italiana (1544) de Pietro Andrea Mattioli.
La traducción del Dioscórides de Andrés Laguna obtuvo un gran reconocimiento en los círculos científicos de la época, ya que no era una mera traducción del griego, sino que Laguna incorporó multitud de comentarios que convierten a esta obra en el primer tratado moderno en castellano sobre materia médica. Fue publicada de nuevo póstumamente en Salamanca (1563, 1566, 1570 y 1586) sin apenas variaciones, y posteriormente en Valencia durante el siglo XVII. Laguna incorporó 648 xilografías, la mayoría copiadas de la edición de Mattioli, para facilitar la identificación de cada planta, y un índice de nombres de plantas en diferentes lenguas que permitió el asentamiento de la nomenclatura botánica en castellano.
Este monumental tratado farmacológico tuvo vigencia hasta bien entrado el siglo XVIII, siendo de obligada consulta para boticarios y médicos. En 1733 el médico Francisco Suárez de Ribera realizará una actualización del Dioscórides de Laguna, añadiendo nuevos comentarios y láminas calcográficas a plena página.